Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

lunes, 17 de julio de 2017

Buenas intenciones

Este año me adelanto en mi tradicional lista de buenas intenciones. Normalmente no suele ser hasta septiembre cuando me da la neura (o bien fin de año, claro) pero esta vez ando revolucionada ya mismo, en plenos calores de mitad de julio. Será porque desde la 10k no he vuelto a correr nada de nada, será porque últimamente estoy descuidando un poco la alimentación y cayendo en viejos vicios, será por encontrarme de nuevo a gusto con lo que hago. Será por lo que sea, pero dieta sana y deporte vuelven a estar en primera línea de mis pensamientos. Habrá que ver si soy capaz de ahora de sacarlos de ahí y llevarlos a la acción pero habrá que intentarlo al menos. Tengo ya unas cuantas ideas y hombre, factibles sí son, que ya tiene una unos añitos como para meterse con imposibles o dejarse liar por deslumbrantes milagros, así que cuestión de planteárselo en serio ¿no? 


¿O no? ¿por qué será que me cuestan tanto estas cosas? sé lo que debo hacer, cómo planteármelo para que sea agradable y llevadero, y en consecuencia además más eficaz... ¡¡¡¿y por qué no lo hago?!!!




Me matan las excusas, creo. Siempre surge alguna. Hoy no me da tiempo, hoy llueve, hoy hace demasiado calor... Me conozco, sé que debo planteármelo como obligación y además planificarlo bien para no caer en una de ellas. También sé que me beneficia ponerme pequeñas recompensas, pero sólo me funcionan la primera semana, luego ya dejan de ser incentivo. Y dejan de serlo porque la recompensa falsa no puede ser nunca la motivación para nada. La motivación tiene que ser real. Hay que encontrar nuestro auténtico porqué, pero reconozco que no siempre lo tengo claro, o quizás no es tan fuerte como para mantenerme en el camino. 

En fin, que mi cabeza va más rápida que mis dedos y esto lleva camino de convertirse en un auténtico auto-análisis psicológico, que me veo venir, y este blog es lo que es, pero no es ningún diván así que lo dejo aquí. Os reitero mis buenas intenciones para los meses venideros a ver si, a base de pregonarlas, acabo por cumplirlas, sobre todo la de ir en bici al trabajo, que no será por no habérselo dicho ya a todo el que me ha querido escuchar pero ni por esas... esta semana lo hago, lo prometo (no me ha visto nadie cruzar los dedos, ¿verdad?) El viernes os cuento si he cumplido la promesa. Podéis reñirme sin piedad si no es así. 


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